A lo largo de los años, nuestros tejidos pierden naturalmente las tiendas juveniles de grasa y colágeno necesarias para la piel regordeta y lisa. A medida que ocurre este proceso, podemos comenzar a ver el desarrollo de la piel caída, las líneas finas y las arrugas profundas. El daño solar, el tabaquismo, las fluctuaciones de peso y la genética aceleran estos cambios. Si bien las cremas y las lociones caras del mostrador pueden hacer poco para mejorar estos primeros signos de envejecimiento, el Boston Center for Rejuvenecimiento facial ofrece a los pacientes una forma rápida y no invasiva de retroceder el reloj:

El tratamiento se puede realizar en 15 minutos, pero también puede llevar más tiempo, dependiendo del área para ser tratado.
El profesional a cargo de su tratamiento inyecta el producto utilizando una aguja ultra delgada debajo de la superficie de la piel. Para líneas finas, el producto se inyecta en la superficie de la piel. Para las arrugas marcadas, la inyección se realiza en un nivel más profundo.

Tenga en cuenta que la inyección de Juvéderm Ultra requiere un gesto médico que solo pueda ser realizado por un médico (médico especializado en dermoestésicos, dermatólogo o cirujano plástico).